La tecnología avanza más rápidamente que nuestra capacidad para asumirla. Sólo un vistazo a nuestro alrededor para descubrir cómo ha cambiado ésta nuestras vidas, ahora ya no eres nada si no tienes un móvil en las manos, veo a la gente caminando, sentada en cafés o viajando en trenes, autobuses, etc., con sus aparatos (móviles, tables...), ensimismados en sus pantallas, recibiendo o enviando menajes, sin mirar su entorno; pronto las grandes firmas de telefonía móvil sacarán una aplicación, tipo radar, para evitar que la gente choque en las calles, y así no tengan que dejar ni un segundo de atender sus "necesidades" de comunicación que ya solo se realizan a través de ese elemento sin el que, al parecer, estamos perdidos, o peor todavía, no existimos.
Existir en tiempos de Internet, es vivir en un mundo virtual, creado a nuestra medida, para mantenernos entretenidos como se entretienen a los monos en los laboratorios para saber qué reacción tienen ante determinados estímulos que les ofrecen los investigadores para saber hasta qué grado de evolución son capaces de llegar.
Los seres humanos modernos son parte de un experimento, al menos eso es lo que a mí me parece, un gran experimento que los está dejando aleados, convertidos en seres pasivos, apáticos, desconfiados, y solitarios. Nada se hace si no es mediante el aparato de turno (obsolescencia programada), bien teléfono móvil, u otro elemento como ya ... hemos dicho, ¿cómo ser, cómo existir si nos han convertido en seres adictos a la tecnología, cómo ser un ser humano, de carne y hueso, y desarrollar nuestros sentidos: vista, oído, olfato, tacto y gusto, si nos los están eliminando?
Existir en tiempos de Internet, es perder el orígen, la esencia, es cortar las raíces que nos unen, indiscutiblemente, a la madre naturaleza.
Existir en tiempos de Internet, nos convierte en seres mecánicos, fríos, y asociales.
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